Decía "Don Roberto", amigo entrañable de Guillermo Hudson:

"He realizado muchas peregrinaciones en mi vida, a Roma, a Santiago de Compostela, a lugares famosos en todo el mundo. Jamás en ninguno de estos lugares he estado más emocionado que ahora en este humilde rancho (sic) con su techo de madera y su piso de ladrillo, sus puertas primitivas y su aire de huranía hacia todo lo moderno – gracias a Dios -"

Esta es la sensación que indefectiblemente se vivencia al ingresar en el Parque Museo "Guillermo Enrique Hudson", reserva natural que conserva el rancho donde vivió la familia Hudson, y que fue inspiración para la vasta literatura del autor.

Este blog, dedicado enteramente al autor, permite un acercamiento tanto a su literatura como a su persona.

jueves, 18 de diciembre de 2008

El Pájaro y el Árbol Conocieron la Pureza de su Espíritu.



“- ¡No sopla ni una ráfaga de viento – exclamó - y sin embargo tiemblan las hojas de los árboles! ¿Qué puede presagiar esto?

Los otros miraron fijamente las ramas, pero, como no percibieran ningún movimiento, empezaron a reírse, mofándose de él. Inmediatamente volvió a sentarse, manifestó que el temblor había cesado y se quedó, al parecer, muy preocupado durante el resto de la noche. Repetidas veces hizo notar que nunca le había sucedido una cosa semejante, porque, afirmaba, él podía sentir hasta la más leve brisa antes de que las hojas la percibieran, y no había soplado el viento”.

Guillermo Hudson, “Días de Ocio en la Patagonia”.

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